Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2016

Escarnio, mofa y burla

La gente anda muy preopcupada con la libertad de expresión y sus límites. Unos políticos se quejan de que otros han monopolizado una fiesta y que por eso no van, porque si van les pitan. Esos mismos políticos sonríen con sorna cuando a los del otro signo los abuchean en otras fiestas (organizadas por ellos). Unos ven bien eso que llaman "escraches" (yo les llamaría acoso), lo ven como una manifestación simpática y graciosa porque los que atosigan se lo pasan de miedo mientras otros pasan miedo. Otros se escandalizan porque una pareja copula en un andén de metro y acusan a los políticos de turno por ello. ¡Como si fuera el primer polvo que se echa en el metro! Lo gracioso es que otros apelan a la libertad (¿de expresión?) sexual. La realidad es que es un simple tema de educación, de modales y, sobre todo, de respeto. Esa misma falta de respeto que demuestran los que jalean o filman el acontecimiento. Es que lo del sexo para algunos es arte. En una reciente exposición

Canadá - Richard Ford

No. Este libro no lo he leído esta noche. He necesitado unos cuantos días para leerlo, para paladearlo, porque este es de los libros que se disfrutan sin prisa, de esos pocos en que la historia fluye de forma natural y bastante armoniosa, construido con mimo y maestría. También he necesitado unos días de reposo para poder hablar con propiedad de ello y en ese intermedio me he leído otro. He seguido a Richard Ford desde hace más de treinta años, he leído casi todas sus novelas. Por suerte no es muy prolífico, me atrevería a decir que es lo suficiente y que casi nunca me ha decepcionado. En sus últimas novelas se le notaba agotado, a veces un poco repetitivo, dando rodeos a las ideas hasta llegar al centro, probablemente porque su personaje recurrente (Frank Bascombe) se ha ido haciendo mayor conmigo y con él y a todos nosotros nos va poco a poco titilando la luz vital desde la energía inquieta de la juventud a la quietud permanente y violeta pero cada vez más pequeña de la avanzada

Medio Rey - Joe Abercrombie

"Se puede leer" diría mi madre como cuando vamos a un restaurante gallego y está a un nivel parecido (inferior) a lo que ella cocina, pero esa afirmación no se correlaciona con la calidad de los críticos de la buena cocina (literatura) que son gourmets que sólo disfrutan con lo exclusivo y les cuesta apreciar un potaje de garbanzos bien cocinado pero sin personalidad. Esto es simplemente literatura de entretenimiento. De las que se devora fácil (yo he tardado apenas cuatro días), se digiere bien y no indigesta... también se evacúa perfectamente dejando una sensación de bienestar casi perfecta. Entretenido, un buen pasatiempo, pero también como los magos no muy buenos, se le ven claramente los trucos cuando te fijas, pero mejor no contárselo a todos los que disfrutaron de lleno porque se mosquean y les fastidias ese regusto bueno. Ni original, ni rompedor, ni moderno... Nada nuevo bajo el sol, el mismo guiso, repetitivo y con los mismos ingredientes de siempre. Los giro

Galápagos - Kurt Vonnegut

Un mundo mejor con un ser humano (?) más simple, un cerebro de menor tamaño y en el que se han suprimido algunas zonas prescindibles. Menos agresivo, más compatible con el medio ambiente, con poca (ninguna) necesidad de progresar. Asumiendo sencillamente el destino. Ese es el concepto que maneja este escritor y que nos relata un observador imparcial (y muerto), iniciándose con una apocalipsis tan estúpida como posible. La simple casualidad sustituyendo al empecinamiento evolutivo. Unas pocas páginas relatando un millón de años, unos nuevos Robinsones o un Noé con arca pero sin animales. La historia podría ser risible si no fuera por lo fácilmente que podría ser cierta. No es un simple ejercicio de ciencia ficción, es una seria meditación sobre el mal uso que damos a nuestros pensamientos, sobre la absurda persistencia en negar la realidad de la vida que va directamente correlacionada con la muerte. Con la insistencia en vivir más aunque sea viviendo peor. En dar la espalda a los

Bartleby y compañía - Enrique Vila-Matas

Admito que hace años que no leía a este autor. Diría que desde " La asesina ilustrada ". Confieso que las primeras frases y el título de su primer libro (" Mujer en el espejo contemplando el paisaje ") me producían una atracción especial. Acepto que durante un tiempo hasta lo admiraba. Reconozco que todo eso ha pasado, que tengo prejuicios contra él procedentes de opiniones de otras personas que incluso lo conocen. Es más, lo insultan y advierten contra él y sus graves defectos, aunque luego callan y no insisten en criticar su obra. Esos mismos individuos están afectos de este síndrome que tan precisamente describe el escritor en esta obra (¿novela? ¿ensayo? ¿tesis? ¿autobiografía?).  No sé como calificarla, salvo decir que, pese a todos mis prejuicios me ha parecido muy buena. Quizás es que esa visión clínica de los escritores me ha resultado especialmente atractiva. El autor nos muestra la etiología, la patogenia, describe perfectamente la sintomatología y